jueves, 8 de abril de 2010

Siglo XXI: hechos asombrosos que ocurren en España




España no deja de asombrar al mundo. Hace más de 30 años desde la instauración de la democracia y aún los poderes fácticos se resisten a ser juzgados por la Historia y por la ciudadanía.

Milagro I: en una obscena pirueta antidemocrática la corte suprema va a juzgar y retirar de su puesto al único juez que ha tenido agallas para poner de manifiesto en tribunales los crímenes del franquismo. La comunidad jurídica internacional manifiesta su estupor.

Milagro II: la jerarquía eclesiástica que ha paseado sus sotanas de manifestación en manifestación; ahora, contra la interrupción voluntaria del embarazo; antes, contra el derecho al matrimonio entre homosexuales y que llevaba bajo palio al exiguo dictador, no se da por enterada de las denuncias por abusos a menores que se esconden en sus sacristías. El jerarca de Roma ni se inmuta en su jaula de cristal.

Milagro III: parte de la clase política, heredera sociológica del franquismo, ha encontrado la cuadratura del círculo para robar a los contribuyentes, financiar su partido e inflarse a comisiones que depositan en paraísos fiscales… y les seguimos votando.

Los milagros continúan…

8 comentarios:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

jo, como me gusta mi país...

Anónimo dijo...

Ni leyes, ni justicia
By José Saramago (Premio Nobel)

En Portugal, en la aldea medieval de Monsaraz, hay un fresco alegórico de finales del siglo XV que representa al Buen Juez y al Mal Juez, el primero con una expresión grave y digna en el rostro y sosteniendo en la mano la recta vara de la justicia, el segundo con dos caras y la vara de la justicia quebrada. Por no se sabe qué razones, estas pinturas estuvieron escondidas tras un tabique de ladrillos durante siglos y solo en 1958 pudieron ver la luz del día y ser apreciadas por los amantes del arte y de la justicia. De la justicia, digo bien, porque la lección cívica que esas antiguas figuras nos transmiten es clara e ilustrativa. Hay jueces buenos y justos a quienes se agradece que existan, hay otros que, proclamándose a sí mismos justos, de buenos tienen poco, y, finalmente, además de injustos, no son, dicho con otras palabras, a la luz de los más simples criterios éticos, buena gente. Nunca hubo una edad de oro para la justicia.

Hoy, ni oro, ni plata, vivemos en tiempos de plomo. Que lo diga el juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación de entre doce y dieciséis años que liquidaría definitivamente su carrera de magistrado. El mismo Baltasar Garzón que, no siendo deportista de elite, no siendo ciclista ni jugador de fútbol o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Baltasar Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Augusto Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Baltasar Garzón, pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general. Pero la página, al contrario de lo que piensan los enemigos de Baltasar Garzón, no se dejará pasar. Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exigirá la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando. No con leyes que son viciosamente despreciadas y mal interpretadas, no con una justicia que es ofendida todos los días. El destino del juez Baltasar Garzón está en las manos del pueblo español, no de los malos jueces que un anónimo pintor portugués retrató en el siglo XV.

Anónimo dijo...

Cuando las próximas generaciones sepan que los principales corruptos de un partido fundado por un ministro de Franco, nunca arrepentido de haber servido a la dictadura, y los que tienen el valor de reclamarse de la Falange, se han unido y han conseguido, en un régimen aparentemente democrático, sentar en el banquillo de los acusados al juez que quiso investigar su corrupción y los crímenes del franquismo, juzgarán, sin duda, que la ausencia de una dictadura militar hace aún más vergonzoso el nivel cívico de una sociedad que es capaz de permitir esos extremos

Anónimo dijo...

EDITORIAL de EL PAIS
Camino del banquillo
La causa a Garzón por el franquismo reviste una simbología insultante para la democracia
08/04/2010

Se consumó. La decisión del juez del Tribunal Supremo Luciano Varela de proceder contra Baltasar Garzón como autor de un delito de prevaricación por su intento de investigar los crímenes del franquismo, a instancias de familiares de víctimas que yacen todavía sin identificar en fosas comunes, sitúa al juez de la Audiencia Nacional en el camino directo hacia el banquillo de los acusados. Y a un paso de ser suspendido en sus funciones, consecuencia última de la querella interpuesta por el sindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange Española de las JONS.

Garzón tiene la posibilidad de recurrir a la Sala Segunda del Supremo. Pero se trata de la misma sala que admitió a trámite, por considerarla ab initio una hipótesis no arbitraria, ilógica o absurda, la querella por prevaricación contra el juez y que acaba de rechazar su recurso de sobreseer la causa. No parece probable que cambien de criterio.

Garzón se sentará en el banquillo por haber intentado, no desde una teorización meramente imaginativa del derecho sino desde el ejercicio jurisdiccional que corresponde al juez penal, dar satisfacción a familiares de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura que no aceptan como normal y acorde con el Estado democrático que sus restos sigan sin identificar en fosas comunes. Algo que no dejará de causar preocupación y estupefacción en países europeos que también vivieron la terrible experiencia de regímenes dictatoriales en épocas todavía no lejanas.

Tras el ropaje jurídico que la envuelve, la causa contra Garzón reviste una simbología provocadora e insultante para la democracia española. Lo es, en primer término, para la memoria de las innumerables víctimas del franquismo, no pocas producidas en los años finales de la dictadura y de las que muchos españoles de hoy guardan un recuerdo vivo y directo. También, seguramente, para algunos magistrados del Supremo que vivieron en su juventud la cercanía de esos crímenes y lucharon por un régimen de libertades que los hiciera imposibles y una justicia que garantizase su no impunidad. ¿Cómo pueden permanecer impasibles ante el desatino de la causa contra Garzón?

Insiste el instructor Varela en que Garzón intentó asumir el asunto de las fosas, "dentro de un proceso penal cuya artificiosa incoación suponía desconocer principios esenciales del Estado de derecho, como los de legalidad penal e irretroactividad de la ley penal desfavorable, además de implicar el desconocimiento objetivo de leyes democráticamente aprobadas, como la de amnistía". Pero es lo que está en discusión, no sólo en el ámbito de la teoría jurídica sino en la jurisdicción. Sorprende cada vez más, por ello, que el Supremo diera más valor desde el principio a la hipótesis prevaricadora para explicar la conducta de Garzón que a su contraria, no obstante estar avalada por el ministerio fiscal, y que con tan endeble fundamento diera curso a una querella cuya motivación ideológica es evidente.

Anónimo dijo...

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR
Condenas e indulgencias
MIGUEL ÁNGEL AGUILAR 30/03/2010

...
En todo caso, los canales de televisión de RTVE retransmitirán el Via Crucis del papa Benedicto XVI en el Coliseo de Roma, como nos ofrecen su bendición urbi et orbi con motivo del Año Nuevo. Tal vez para tomar impulso, en la misa del domingo de Ramos, que se celebró bajo las estruendosas denuncias de casos de abusos sexuales de la clerecía en Alemania, Irlanda y otros países, el Papa en su homilía afirmó que su fe en Dios le permite hacer frente sin intimidarse a "las mezquinas habladurías de la opinión dominante", sin dejar de reconocer que, "en ocasiones, el hombre cae en lo más bajo". Tiempo habrá de volver sobre mezquindades, habladurías, opiniones y referencias dominantes, sin pretensión alguna de intimidar a nadie sino de hacer pagar a los abusadores y a quienes les encubrieron. Otra cosa es que a este Papa le estén buscando las vueltas, aunque haya sido el primero en cortar por lo sano la complacencia vaticana de su antecesor, Juan Pablo II, con el conocido y repugnante caso del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

Nuestros respetos a quienes en un arranque de generosidad pensaban haber entregado su vida a la más noble de las causas y descubren ahora la estafa de que han sido víctimas. Porque todos podemos sentirnos capaces de incurrir en las más perversas abyecciones, pero parece increíble que alguien lo hiciera mientras impulsaba una institución empeñada en la búsqueda de almas para la santidad, cuyos cuerpos obedientes utilizaba para practicar la sodomía haciéndose llamar padre. La ausencia de huellas detectables de esta doble o cuádruple vida de Maciel, sostenida durante 60 años, es inexplicable por grande que fuera su refinamiento. Así que, llegados a este punto y escuchado el clamor de las víctimas silenciadas tanto tiempo, sólo parece coherente dar curso al grito de "¡muera (sea declarado réprobo) Sansón (Maciel) y los filisteos (facilitadores y consentidores de su entorno)!".

El caso es que en estos días pasados hemos alcanzado el punto de lo que Clausewitz llamaría la divisoria de las aguas. A partir de los hechos probados de pederastia, las actitudes han de ser claras. Los abusadores deben ser declarados réprobos, sin confundir la última misericordia del Dios de los cristianos con el pago de las penas que les corresponda asumir a los delincuentes conforme al Código Penal vigente. Las normas para obtener la absolución sacramental operan en un plano distinto de aquel marcado por la autoridad y las normas cívicas, que determinan cómo, dónde y cuándo se han de cumplir las penas correspondientes a los delitos cometidos. Encubrirlo en absoluto es aceptable, pese a que se compartan vestiduras talares o se pertenezca a una misma compañía, por muy pía que haya sido declarada bajo la autoridad apostólica.

La Iglesia jerárquica debe huir de la hipocresía de atar cargas pesadas y echarlas sobre los hombros de los demás mientras no hace nada por levantarlas. Por ejemplo, su defensa de los derechos del nasciturus puede tener la grandeza de ir a contracorriente, sin preocuparse de las indignaciones que le granjea en algunos ambientes.

Pero ahora, ante los casos de pederastia a cargo de eclesiásticos, no debería intentar maniobras dialécticas de diversión -como si las denuncias fueran excusas para no hablar de Dios, según pretendía hace días en Ávila el cardenal Cañizares-, ni salir con la trampa de que "quién esté limpio de pecado que tire la primera piedra". Porque sin abandonar la lectura del Evangelio puede encontrarse el pasaje donde se emplea a fondo la "santa ira" para expulsar a los mercaderes del Templo látigo en mano.

Como todas las instituciones, la Iglesia debería ser extraordinariamente cuidadosa antes de condenar a los demás o de aplicarse a sí misma y a sus clérigos y jerarcas delincuentes cualquier indulgencia. Atentos.

Anónimo dijo...

Amnistía Internacional
Comunicado

Tras las últimas noticias al respecto, te enviamos este mensaje para informarte de la postura de Amnistía Internacional ante la acusación al Juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes franquistas.

Amnistía Internacional considera insólito que el juez Garzón pueda ser juzgado por investigar las desapariciones de más de 100.000 personas ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.

La “Ley de Amnistía de 1977” ha sido invocada para perseguir al único juez que ha intentado dar respuesta a víctimas de desaparición forzada y sus familias. Si este juicio se produce, será la primera vez en todo el mundo – al menos que tengamos constancia en Amnistía Internacional - que un magistrado, en democracia, es sentado en el banquillo por intentar conseguir verdad, justicia y reparación para las víctimas de crímenes internacionales. Además, enviará un mensaje tremendamente negativo para otros jueces que lo intenten, tanto en España, como en el resto del mundo.

Las normas internacionales de derechos humanos dicen claramente que el crimen de desaparición forzada NO prescribe y entorpecer su investigación es un delito, por tanto ninguna “Ley de Amnistía” puede contradecirlas.

Te animamos a que entres en nuestra página de facebook, dejes tus comentarios en el muro y compartas en tu perfil esta noticia.

Por favor, reenvía este mensaje a todos tus contactos.

Recibe un cordial saludo,

Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Vamos a votarles a los otros q también son unos ladrones!!!! que aqui estamos llenos de ladrones tanto los de la derecha como los de la izquierda... xq nunca comentamos los robos de la izquierda, es una pregunta....

Y que pasa con los muertos de la República esos no tienen voz...

Sres la historia la escriben los vencedores y es así lamentablemente...

Anónimo dijo...

El sumario Gürtel revela un "negocio" de "500 millones" con la Diócesis de Madrid y "la mano derecha de Rouco"

El Bigotes: "Tengo un contacto con el Vaticano que es la hostia"

Las conversaciones incluidas en el sumario del caso Gürtel destapado el pasado martes permiten hacerse una idea del alcance de la mayor célula corrupta de la democracia, una red que habría llegado a tocar las más altas esferas eclesiales, Vaticano incluido. En una conversación interceptada por la Policía a finales de 2008, el supuesto cabecilla de la trama en Valencia, Álvaro Pérez El Bigotes, se jacta ante un interlocutor llamado José –no hay más información- de tener "un contacto en el Vaticano que es la hostia". De la charla se deduce que el tal José está gestionando para la red un "negocio de 500 millones" –palabras literales de Pérez- con el Arzobispado capitaneado por Antonio María Rouco Varela, el de Madrid. No es la primera vez que Gürtel y la Iglesia se mezclan: la red participó en la organización de la visita del Papa a Valencia en junio de 2006. Posteriormente, el propio Bigotes viajó al Vaticano a acompañar al presidente Camps a la investidura del cardenal Antonio Cañizares. Con tantos contactos de "la hostia", no es de extrañar que Pérez acabase de profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca.


La trama Gürtel no sólo se nutrió del ámbito político y empresarial de la órbita del PP. Según las últimas conversaciones publicada este jueves por El Periódico de Catalunya, los supuestos corruptos también abordaron “500 millones de negocio” con el Arzobispado de Madrid.

Relación con Rouco…
En concreto, el tal José se refiere a “la mano derecha de Antonio Rouco Varela”, cuya palabra “va a misa”, como la persona que “va a llevar el tema en la diócesis”. El negocio de marras tendría que ver con la instalación de pantallas y audio para un acto, según dice El Bigotes. La conversación, intervenida a finales de 2008, fue registrada por la Policía de la siguiente manera:



- JOSÉ: Yo me reúno la semana que viene con el tío de la diócesis de Madrid. Cuando sepa la fecha y demás, si te quieres venir, te vienes.
- ÁLVARO PÉREZ: No tío. Es que yo tengo tanta confianza en ti... porque sé lo que es eso, sé la que se puede liar, sé lo que se puede montar, lo que puede ser y lo que puede suponer para ti y para mí. Aquí sólo se trata de una cosa, de que seamos discretos.
- J.: Yo no he dicho nada.
- Á. P.: Segundo punto, yo ya te contaré, por qué razones y por qué motivos tengo un contacto en el Vaticano que es la hostia. Así que si tú haces fuerza por un lado y yo hago fuerza por otro, pues mira, a lo mejor nos toca el Niño a mediados de año.
- J.: A mí, quien me da el nombre es el tío que va a llevar el tema en la diócesis, que es la mano derecha de Antonio Rouco Varela. Y me han dicho que lo que diga él va a misa.
- Á.P.: Audio y vídeo. Nosotros tenemos que poner pantallas y el audio en Madrid, nada más. Alrededor hay 500 millones de negocio.