jueves, 20 de noviembre de 2008

Botas, votos y muertos sin descanso



En el siglo pasado, un grupo de militares impusieron por la fuerza de las botas lo que sus partidarios no consiguieron con la de los votos.

Ríos de sangre, y tinta después, han corrido desde aquellos aciagos días. Muchos murieron defendiendo la libertad y justicia que ahora disfrutamos. Sin embargo, sus cuerpos yacen abandonados en cunetas, campos inhóspitos o secuestrados en un mausoleo faraónico a mayor gloria del usurpador.

¿Hasta cuándo?
In Memoriam

5 comentarios:

Eduardo López-Collazo dijo...

Hasta que los descerebrados logren un trasplante.

Unknown dijo...

Otro año más, ¿hasta cuando? España está dividida entre los "victoriosos" que se empecinan en decir que aquí no pasó nada, y si hubo maldades fueron equivalentes
y aquellos -perdedores pero menos- que nos resistimos al olvido.

Felipe dijo...

Para esos "victoriosos" con mala memoria solo puedo decir lo que Unamuno el 12 de octubre de 1936 en la Universidad de Salamanca, replicando al grito “¡Muera la inteligencia!” del golpista Millán Astray : “ Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España”.

LABELIA dijo...

Lo primero, Felipe, agradecerte que pasaras por mi rinconcito, la verdad no sé como has llegado hasta allá, pero has llegado y por ello te doy las gracias y te visito. No es una visita de cortesía tan solo, veo que hay una empatía en tus palabras y si, en tu línea sigo luchando para que no nos llegue el olvido. Seguimos en contacto.

Felipe dijo...

Gracias Eulalia, como hay empatía, te visitaré a menudo
Felipe